Reseña de La chica del lago.

¡Buenos días casi tardes!

La semana pasada anuncié que Ainhoa será la nueva colaboradora del blog, y mira por donde que por estar las dos juntas, las dos hemos caído enfermas esta semana con fiebre muy alta y sin a penas poder salir de la cama.

¡Pero ya estoy a tope y con muchas ganas de volver por aquí! Así que os traigo una reseña de un libro que leí hace ya un par de semanas.

Ficha técnica

Título: La chica del lago.
Título Original: Girl saves boy.
Serie: Autoconclusivo.
Autora: Steph Bowe.
Género: Novela contemporánea juvenil.
Editorial: Montena.
Páginas: 237
Precio: 15.95€

Sacha tiene 17 años y, afectado por una leucemia en fase terminal, acaba de intentar suicidarse en un lago junto a su casa. Pero una desconocida de ojos inquietantes ha llegado justo a tiempo para impedírselo: se llama Jewel y ella tampoco tiene una vida precisamente fácil. Para empezar, su hermano murió en el mismo lago en el que Sacha ha querido quitarse la vida. A raíz de este accidente, el padre de Jewel se fue de casa y ella tuvo que irse a vivir al campo con sus abuelos. Al morir estos, Jewel tuvo que regresar a casa de su madre, pero la relación entre las dos es muy complicada, porque ahora son casi dos desconocidas. Tras conocerse en el lago, Sacha y Jewel entablarán una amistad especial. Y pronto ambos entenderán que hay muchas cosas contra las que no pueden luchar. Les queda poco tiempo, pero sus caminos se han cruzado y ahora eso es lo único que importa realmente. Una historia que habla sobre la verdadera amistad, la enfermedad, el amor y los conflictos familiares... y también sobre los enanitos que habitan en todos los jardines.

Opinión

La historia comienza con la llegada de Jewel a la ciudad donde nació y vivió hasta la muerte de su hermano mayor ocho años atrás. Muchas cosas han cambiado; y muchas personas también. Sin verlo venir, su destino se cruzará con el de Sacha, un chico que ha perdido toda esperanza y que decide quitarse la vida precisamente en el mismo lago en el que se ahogó el hermano de Jewel.

La primera vez que vi este libro fue hace muchos años, y creo que en una librería. La portada captó mi atención, y cuando leí la sinopsis, decidí añadirlo a mi lista de libros por leer. Y sin embargo, con el paso del tiempo me fui olvidando de este libro, hasta el verano pasado, cuando Meri, del blog One Book A Hundred Feelings, me lo prestó junto a dos más muy amablemente. Sinceramente, me hice con él sin haber leído ninguna opinión, tan solo con la de Meri que me dijo que le encantó, por lo tanto, más o menos iba con buenas expectativas. Lamentablemente, he de adelantar que me ha dejado poco satisfecha.

Como si solo tuvieras dos dimensiones. O si fueras en blanco y negro cuando todo lo demás es tecnicolor. Como si estuvieras fuera de sitio. Como si no fueras real. Como una muñeca de papel...

Jewel es la protagonista de la novela, y aún está atormentada por fantasmas del pasado: se culpa constantemente de la muerte de su hermano, y la complicada relación que mantiene con su madre tampoco es que la ayude demasiado a sobrellevar esa carga. Con la muerte de sus abuelos, Jewel se encuentra más sola y perdida que nunca, hasta que conoce a Sacha, True y Little Al. A pesar de ello, Jewel disfruta de la soledad, y acostumbrada a esta, es una gran observadora del mundo que la rodea. Sacha es el protagonista masculino, luchó contra el cáncer de niño y está cansado de tener la vida que tiene, pues su único deseo es desaparecer, por miedo a la muerte, por estar también atormentado por la muerte de su madre. Como personajes secundarios están Little Al, True, el padre de Sacha, la madre de Jewel... La autora consigue darles un toque especial y singular a cada uno de ellos, por lo que no son nada planos.

Si bien la historia es preciosa, que lo es, conmovedora y al mismo tiempo muy triste, en mi opinión me ha parecido bastante lenta. Es decir, no esperaba que ambos protagonistas se enamoraran pasados unos cuantos capítulos, y es bonito ver cómo florece el amor entre ambos, pero sí que esperaba algo más.

La prosa de la autora es magnífica y me ha encandilado, viéndome completamente enamorada de párrafos enteros. La historia está narrada por ambos protagonistas, alternándose en cada capítulo, por lo que además de conocer la historia desde dos puntos de vista distintos, llegas a profundizar mucho en los protagonistas.

Quitando el hecho de que personalmente me ha parecido algo lento, y que me costó bastante engancharme a la lectura, hacia la mitad del libro empezó a encantarme, y tras haber dejado la lectura durante semanas y leer otros libros de por medio, me leí la mitad del tirón, porque sencillamente me encantó.

Respecto al final, he de decir que queda bastante abierto, de los finales tipo John Green, como yo los llamo, que quedan cerrados pero al mismo tiempo abiertos porque termina de golpe y no llegas a saber qué pasa más allá de eso.

En resumen: La chica del lago es un libro que he disfrutado mucho, del que esperaba algo más, pero que recomiendo muchísimo sin pensármelo dos veces.

Valoración

4.5/5

Autora

Steph Bowe nació en 1994 y vive en Melbourne. Ávida lectora y escritora, con su primera novela, La chica del Lago, ha sorprendido a la crítica de su país por la madurez con la que describe los sentimientos de sus protagonistas. Actualmente, Steph escribe en su blog Hey! Teenager of the Year, donde además de reflexionar sobre el hecho de ser una escritora adolescente comenta sus lecturas favoritas y ha empezado a trabajar en la que será su segunda novela.

Angela Herondale.